Fer coses diferents per obtenir resultats diferents

Aquests dies hi estic treballant intensament en l'observació i el canvi de les meves rutines. M'ho va recomanar l'Ángeles San Ginés, una terapeuta que treballa amb l'energia, i n'estic  molt contenta dels resultats. Per resumir-ho d'alguna manera - més endavant ho explicaré àmpliament en paraules de Joe Dispenza- les nostres rutines i minirutines   diàries (des de l'ordre en que prepares la roba que et posaràs en el dia fins els últims  moviments abans d'anar-hi al llit) són camins, patrons de connexió de les nostres neurones,  que s'han consolidat al llarg del temps. Com la ment i el cos són màquines d'estalviar energia, reutilitzem i reutilitzem aquestes connexions establertes; les rutines. Aquest fet afecta tant als comportaments (com em vesteixo, la ruta que segueixo per anar-hi a treballar) com als pensaments... i això és  més important!! De forma que aquells estils de resposta emocional, aquell tipus de pensaments automàtics i repetitius que tenim, també són rutina.

Com diu la PNL (Programació Neuro Lingüística ) ment i cos són una; són part del mateix sistema , de forma que canviar rutines de comportament  de forma conscient,  i amb la clara intenció de construir noves possibilitats de connexions neuronals, nous camins en el nostre cervell, ens ajuda a potenciar canvis  en la nostra forma de pensar i de reaccionar.

D'altra banda, es pot descobrir molta alegria en aquests petits canvis; una sensació de vertadera llibertat  i de capacitat de canvi, en innovar i abandonar camins neuronals massa transitats.

Us deixo amb dos tipos de recursos per aprofundir en aquest concepte de la construcció neuronal -i la construcció i deconstrucció de rutines- de la ma de Joe Dispenza, un gran divulgador dels últims coneixements neurocientífics:

  • un vídeo d'una sèrie de 8 sobre "Nuestro cerebro", que podreu trobar a Internet si en voleu més.... 
  • un fragment del seu llibre Desarrolla tu cerebro,  per a que hi pugueu llegir amb més calma...




Fragment del llibre Desarrolla tu cerebro, de Joe Dispenza
Pensamientos habituales  (pag. 316-318)
Cuando activamos de manera frecuente pensamientos procedentes de nuestra base de conocimientos o de experiencias pasadas, la activación continua de esos patrones de pensamiento generará en realidad los pensamientos de nuestro dia a día. Éstos son los pensamientos que tenemos más a menudo y, por tanto, los más estructurados en los circuitos neuronales del cerebro. Estos pensamientos aparecen cuando la vocecilla que escuchamos en nuestra cabeza nos dice qué debemos decir y pensar, cómo debemos actuar y reaccionar, y qué emociones debemos expresar. Pero todos ellos están basados en nuestros recuerdos, formados por circuitos neuronales codificados en el pasado.
No requiere esfuerzo alguno pensar en lo cotidiano. Generamos la misma mentalidad día tras día porque estimulamos las mismas redes neuronales con los mismos patrones, secuencias y combinaciones. Cuando procesamos un pensamiento en el cerebro y lo reproducimos una y otra vez debido a estímulos repetitivos, los tractos nerviosos que se activan de forma voluntaria, como los músculos, desarrollan y fortalecen sus conexiones.
Además, con el uso, los tractos nerviosos se vuelven más gruesos y prominentes. Imagina que miles de personas viajan de una ciudad a otra por la misma carretera. Se ha convertido en la ruta más habitual y hay tráfico y atascos durante todo el día. La única manera de agilizar ese incremento de demanda es hacer la carretera más amplia, de modo que tenga capacidad para permitir el transporte y la comunicación.
Las células nerviosas hacen algo muy parecido. Se vuelven más amplias y voluminosas cuando aumenta el número de mensajes eléctricos de una zona a otra y se hace necesario ensanchar sus angostas rutas para permitir el incremento del tráfico en la comunicación. Se crean conexiones más fuertes y duraderas que también facilitan ramas neuronales más gruesas y desarrolladas para posibilitar el incremento de la comunicación.
Cuando utilizamos frecuentemente los mismos circuitos neuronales, éstos se modifican para facilitar la comunicación. Cuanto más sencilla resulte la comunicación a nivel sináptico, más sistemas integrados se crearán. Y cuanto mayor es el número de sistemas integrados, mayor és la actividad automática. A la postre, los pensamientos habituales son los que se estructuran con mayor firmeza en nuestro neocórtex.
Así pues, si recordamos contantemente un pensamiento vinculado con asociaciones pasadas, al final fortaleceremos las conexiones sinápticas relacionadas con ese proceso mental. Como resultado, el pensamiento que se activa en el cerebro a diario originará que ese mismo pensamiento (o pensamientos) se active más a menudo.
De acuerdo con el modelo de Hebb pensar en los mismo cada día nos estructura para pensar eso mismo con menos esfuerzo. Según Hebb, haría falta una señal cada vez más débil para activar esas células nerviosas. Cuanto más pensemos de cierta manera sobre determinadas cosas, más propensos seremos a pensar de la misma forma la próxima vez. De este modo, cuanto más pensemos las mismas cosas, más pensaremos sobre esas mismas cosas.
En otras palabras, reproducir los mismos programas en nuestra mente una y otra vez provocará que dichos programas funcionen de una manera más automática, más inconsciente. Como nos recordamos sin cesar lo que ya sabemos, precisamos cada vez menos la percepción consciente para generar dicha mentalidad. Y si la percepción consciente (nuestro libre albedrío)  es más ajena a nuestra mente cuando se activan esos pensamientos inconscientes, ¿estamos nosostros presentes en ese momento? ¿Estamos despiertos o vivos en realidad?
Nuestros pensamientos rutinarios son los mas estables, ya que los practicamos a menudo. Son estos pensamientos los que forman la base de lo que comúnmente denominamos personalidad.

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